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Un ministerio cristiano ha publicado recientemente un vídeo en el que se muestra cómo son la alabanza y la adoración sinceras dentro de una prisión de máxima seguridad, con reclusos que alzan alegremente sus manos al Señor y oran.
«Las conmovedoras escenas fueron compartidas por God Behind Bars, una organización que se asocia con iglesias para ayudar a llevar el Evangelio a hombres y mujeres encarcelados en todo Estados Unidos», según reporta Faithwire.
El vídeo, que incluye principalmente alabanza y adoración, también presenta algunos mensajes positivos y de afirmación que los reclusos reciben a través de God Behind Bars.
«Algunos de los que estáis en esta sala, éste es uno de los únicos momentos en los que tenéis vuestro tiempo con el Señor», dice un orador a 150 presos reunidos en la capilla de una cárcel.
«Puede que siempre haya caos o ruido… así que sólo quiero tomarme un momento y permitiros… pasar un rato con Jesús, reflexionar, empezar a pensar en cosas por las que estáis agradecidos».
Después de que los presos reflexionan sobre sus bendiciones y expresan su gratitud, las manos se levantan y la sala se llena de música de alabanza. Cuando el grupo reverencia abiertamente a Jesús, resuenan los vítores.
«Cuando empezamos a tocar ‘Gratitude’ de Brandon Lake, el espíritu de los hombres que estaban adorando cambió», se lee en la descripción del vídeo.
«Estos hombres encarcelados empezaron a vitorear y aplaudir mientras cantaban ‘Vamos, alma mía… eleva tu canción, tienes un león dentro de esos pulmones. Levántate y añaba al Señor’».
Este no es el primer video o testimonio que viene de Dios Tras las Rejas, con la organización compartiendo constantemente una avalancha de contenido en las redes sociales mostrando cómo las vidas de los reclusos son cambiadas por encuentros con Jesús.
Anteriormente, 130 presos fueron bautizados recientemente debido a la labor de la organización, entre ellos 90 mujeres en una prisión federal.
God Behind Bars lo llamó un «momento sagrado».
«Dios está cambiando la vida de estas mujeres», dijo el ministerio. «Las adicciones se están rompiendo, el perdón está reinando y Jesús está ganando».
